Los plaguicidas agrícolas son la principal herramienta de control utilizada en la agricultura. Sin embargo, ¿se utilizan correctamente en la mayoría de los casos? ¿Se conocen todos los aspectos técnicos de las moléculas aplicadas, como su movimiento en la planta, modo de acción y mecanismo de acción? Lamentablemente, en algunos casos, esto no es así.

En una gran cantidad de casos, el uso de los Plaguicidas Agrícolas se reduce a llenar una programación calendarizada de aplicaciones esperando asegurar el éxito de la campaña. Sin embargo, esta no es la solución al problema.

 Se puede observar en las últimas campañas cómo las dosis vienen incrementándose para algunas plagas tales como ácaros, Trips, Prodiplosis, entre otras. Esto viene a consecuencia de la adquisición de resistencia a los Plaguicidas Agrícolas o, para ser más específicos, a los mecanismos de acción que estos ejercen.

 Para poder combatir dicha problemática, es importante considerar 3 puntos importantes:

  • El Manejo Integrado de Plagas no es un cliché, es una solución sostenible en el tiempo

Se escucha mucho en campo comentar “Estas campañas venimos implementando el MIP”. Sin embargo, esto se reduce a contar con una metodología de evaluación para saber el momento exacto de aplicación. En algunos casos, complementan con el uso de trampas, pero no se va más allá.

El conocimiento del cultivo y del comportamiento de las plagas y enfermedades es la base para poder desarrollar estrategias de manejo de todo tipo (MIP). Dentro de estas estrategias, tenemos el uso de Plaguicidas agrícolas que debe complementarse con otras medidas culturales, biológicas, físicas, etológicas y genéticas.

  • Es importante un profundo conocimiento de los ingredientes activos.

Aunque parezca contradictorio, para reducir el uso de Plaguicidas agrícolas y evitar problemas de resistencia, hay que conocer mucho más de ellos. En la medida que se conozca más, se podrá utilizar en menor medida, pero con mayor eficiencia.

Los Plaguicidas agrícolas tiene propiedades fisicoquímicas tales como Presión de Vapor, Solubilidad en Agua, Coeficiente de Adsorción, entre otras. Estas características ayudan afinar el tipo de aplicación, los momentos óptimos y nos ayudan a predecir cómo performará el activo en campo.

  • Conociendo bien los Plaguicidas, sabremos cómo rotarlos.

Existe una amplia gama de productos en el mercado. Sin embargo, no siempre se tiene en claro cómo realizar una correcta rotación de estas herramientas. Para ello, la palabra clave es Mecanismo de acción. Se debe buscar usar productos que tengan diferente Mecanismo de acción para evitar que las plagas vayan obteniendo resistencia en el tiempo. 

Para ello, existen guías internacionales de las que nos podemos guíar tales como el IRAC y el FRAC. Sin rotación, la sostenibilidad del uso de plaguicidas será nula.

En conclusión, se requiere un amplio conocimiento del cultivo, de las plagas y de los Plaguicidas Agrícolas para poder hacer más eficiente el uso de estas herramientas.

 

Por ello, invitamos a la comunidad a inscribirse al Curso “Manejo de Plaguicidas Agrícolas” que se dictará desde el miércoles 22 de mayo. No se lo pierdan.

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Autores: Kevin Pacheco