Cuando empieza el desarrollo de la enfermedad, el síntoma primario es la pudrición radicular. Dicha pudrición reduce la cantidad de raíces hábiles y, por consiguiente, hay una reducción en la capacidad de la planta para absorber agua y nutrientes. Cuando la enfermedad desarrolla más se aprecia una marchitez, defoliación y presencia de ramas secas como síntoma secundario. Estos síntomas son conocidos como síntomas secundarios ya que son causados como consecuencia de la pudrición radicular. Finalmente, esto conlleva a una reducción en los rendimientos.
Como parte del sistema productivo del cultivo de Palto, es necesario implementar estrategias de Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades. Por las características de dichos patógenos, el enfoque en el manejo de la enfermedad debe centrarse en la prevención como la mayoría de patógenos de suelo.
Dentro de las medidas preventivas tenemos el correcto manejo de riego. Phytophthora cinnamomi es un patógeno que requiere condiciones de agua libre en el suelo. Por ello, un riego uniforme y medidas para asegurar el drenaje en campo ayuda a la prevención de la enfermedad. La aplicación de Materia orgánica es otra de las maneras de prevenir la enfermedad. La Materia orgánica provee de microorganismos que ocupan el nicho del patógeno evitando su desarrollo. Además, aumentan la temperatura del suelo lo que estimula el crecimiento radicular. Finalmente, la aplicación de hongos antagonistas como los del género Trichoderma y de bacterias benéficas como las del género Bacillus ayudan al crecimiento radicular, protegen la raíz del patógeno de manera preventiva y emiten antibióticos que inhiben el crecimiento del patógeno.
Finalmente, como medidas correctivas se cuenta con una gran variedad de fungicidas para el control de Pseudohongos. Dentro de los Ingredientes activos más importantes en el Perú se cuenta con los siguientes: Metalaxyl, Cymoxamyl, Mancozeb, Clorotalonil, entre otros.
Autores: Ximena Gonzales y Anabell Samamé